La minicasa que cuesta 1.000 euros es una realidad

24 mayo
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Uno de los problemas más graves para millones y millones de personas en todo el mundo es el de la vivienda: los alquileres son muy elevados en las grandes ciudades, razón por la que también hay tantas personas sin hogar. Pero el problema es aún mayor en los países en desarrollo, donde hay miles de barrios marginales en los que vive casi el 40% de la población. En resumen, la vivienda es un problema grave, pero hay soluciones.

La solución más prometedora de todas es la minicasa ecosostenible de Grandio, un estudio de arquitectura con sede en Córdoba, Argentina, que ha lanzado recientemente este modelo de casa prefabricada de hormigón llamado Hüga que cuesta poco más de mil euros. Esta casa nace del concepto danés Hygee, que se ha convertido en filosofía de vida de miles de personas por todo el mundo. Para ellos, alcanzar la felicidad no pasa por tener fortunas ni una infinidad de cosas materiales, vale con solo con estar en un lugar acogedor y vivir tranquilamente. Es decir, se valora el encuentro con uno mismo, con la familia y con los amigos.

La minicasa en cuestión ofrece un hall de entrada con una cocina y un mini-salón, y más adelante un dormitorio con un baño. Es un prefabricado cómodo, fácil de montar y sobre todo económico. El espacio está tan bien aprovechado que toda la zona de la azotea es una amplia y cómoda terraza, que puede transformarse en un perfecto jardín añadiendo macetas y jardineras.

La minivivienda de 1.000 euros es una solución ideal tanto para contrarrestar la incomodidad de vivir como para poder tener una casa en zonas rurales, quizás en el bosque, cerca del mar o en la montaña.

También hay quienes han comprado una minivivienda para construir una habitación de invitados, un estudio, una biblioteca en la que estudiar o un miniapartamento para alquilar, quizá en Airbnb.

Photo credit: YANKO DESIGN
 
Photo credit: YANKO DESIGN

El precio puede ser tan bajo porque cada elemento que compone la casa se fabrica en serie por miles, y de este modo es un poco como construir con precios al por mayor de materiales, instalaciones y accesorios.

Pero hay algo más que la economía: esta minivivienda es también una de las mejores armas que tenemos para luchar contra la contaminación de la construcción y la deforestación. Y por muchas razones. En primer lugar, los materiales utilizados tienen un bajo impacto en el medio ambiente, y el 25% de ellos se reciclan. Además, el tamaño de la casa hace que ocupe muy poco terreno y que no haya que construir encima, por lo que no elimina la flora y la fauna.

Pero también hay una tercera razón: el consumo es extremadamente bajo en comparación con una casa estándar: menos electricidad (en parte porque se produce mediante paneles solares) y menos consumo de agua.

En definitiva, estamos hablando de una casa que podría cambiar no sólo nuestros hábitos, sino también nuestras ciudades y ayudarnos a salvar el planeta entero.

Fuente: es.vida-estilo.yahoo.com

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