Llevas toda la vida haciendo mal la colada (y el moho pasa de la lavadora a tu ropa)

25 mayo
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La obsesión por la higiene y la limpieza es uno de los muchos cambios que trajo la pandemia. Pero tras meses y meses poniendo lavadoras como posesos, aún no sabemos hacer bien la colada.

Sí, lavamos con más frecuencia nuestras prendas, la ropa de cama y las toallas. Pero ¿con qué frecuencia limpias tu lavadora? Si la respuesta es nunca, tu lavadora podría albergar moho y hongos, abriendo la posibilidad a que tu ropa y tu salud salgan perjudicados. De hecho, no sería extraño que incluso la ropa recién lavada huela mal, como a azufre.

Esto podría ser una señal de que el moho está creciendo en tu lavadora. No es una cuestión baladí. Existen muchos tipos de moho y, en su mayoría son imperceptibles al ojo humano. Pero algunas personas sensibles a estos, puedan desarrollar alergias y enfermedades de tipo respiratorio, sin encontrar una causa aparente. Además, se debe tener cuidado, ya que, al tener contacto con la ropa, puede hacer que esta quede impregnada de malos olores y sea un conductor de infecciones.

La buena noticia es que el moho de la lavadora sí se ve y se puede eliminar. Es fácil de reconocer porque suele presentar un color verde oscuro y una textura viscosa. Para evitar que vuelva a salir tienes que revisar tus rutinas y dejar de repetir los mismos errores una y otra vez al hacer la colada.

El moho tiende a concentrarse en la goma. De hecho, la goma de la lavadora es la gran olvidada y es el sitio preferido de la suciedad. (Foto: Getty)
 
El moho tiende a concentrarse en la goma. De hecho, la goma de la lavadora es la gran olvidada y es el sitio preferido de la suciedad. (Foto: Getty)

Como sabes, el moho crece en áreas oscuras y húmedas, que es en lo que se convierte tu lavadora después de haber terminado un ciclo de lavado. Lo que conseguirás al mantener la tapa cerrada todo el día es que la humedad quede atrapada en su interior. Y esto puede provocar la acumulación de bacterias y mal olor. En su lugar, deja la puerta abierta o entornada un par de horas para que fluya el aire en su interior, esto evita que crezca moho.

Pero lo que más afecta al olor de la ropa es dejarla durante horas dentro del tambor pensando que no pasa nada. Pues sí que pasa. Cuando programes la lavadora, debes asegurarte de estar en casa para sacar la ropa en cuanto termine. De este modo evitarás que crezca moho en la lavadora, y también que la ropa limpia se enmohezca. Así que deja de poner la lavadora antes de ir a trabajar o de acostarse.

Por otro lado, son pocas las personas que se molestan en eliminar los resto de agua o porquería que se quedan en las gomas del tambor. Sin embargo, después de cada uso conviene limpiar cualquier parte de la lavadora que esté húmeda. Esto incluye la tapa, el tambor, la puerta, las juntas de goma y el dispensador de detergente (si su máquina tiene esa función). Puedes dejar una toalla vieja a mano para este propósito.

Aunque siendo sinceros, nadie tiene tiempo para hacer una revisión tan exhaustiva de la lavadora cada vez que hacemos la colada. Si te es imposible hacerlo cada día, al menos una vez al mes es muy necesario realizar una limpieza de los filtros de desagüe, las gomas y los cajetines del detergente de la lavadora. Puedes usar una bayeta humedecida en un cuenco con un limpiador casero (50 ml de vinagre blanco, 250 ml de agua y una cucharada de bicarbonato) e ir pasándola por toda la goma.

También puedes preparar en una palangana una solución de zumo de limón (62 ml), 250 ml de agua oxigenada y 3 litros de agua. Viértelo en un bote de spray, tapa y agita. Luego lo aplicas aplica sobre toda la superficie donde haya moho acumulado, dejas actuar y limpias con un trapo. Uses el método que uses no olvides ponerte guantes y mantener cierta distancia para no inhalar la mezcla.

Asimismo conviene realizar un lavado de 40º o 60º una vez al mes, añadiendo dos o tres vasos de vinagre blanco en la cubeta para acabar del todo con la suciedad, los restos de jabón y el mal olor.

Por último, intenta no usar más detergente del que realmente necesitas. El exceso de espuma puede provocar manchas en la ropa y puede dejar residuos en ella que acaben provocando alergias. También puede hacer que se forme moho, y, si no se limpian bien estos residuos de detergente de zonas de la lavadora como el tambor, la junta de la puerta y el cajón de dosificación, seguramente acabe provocando malos olores.

Fuente: es.vida-estilo.yahoo.com

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