Sánchez se revuelve y ataca a Feijóo como respuesta a las críticas de Gamarra por la subida de los precios

24 marzo
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha querido explicar su giro de 180 grados sobre el Sahara este miércoles. Tenía la oportunidad de hacerlo, aunque fuera brevemente, durante la sesión de control en el Congreso ya que aunque ninguna de las preguntas registradas versaba sobre esta cuestión, la coordinadora general del PP, Cuca Gamarra, la ha introducido durante su cara a cara al reprocharle haber «cambiado de un plumazo» el cambio, «traicionando» su programa y sin pasar por el Parlamento.

Pero en lugar de esbozar una explicación –el líder socialista aún no se ha pronunciado sobre ello–, Sánchez se ha revuelto por las críticas que Gamarra le ha hecho por este giro y, fundamentalmente, sobre la falta de medidas gubernamentales ante la inflación energética.

En su última intervención, cuando la dirigente popular ya no tenía capacidad de respuesta, Sánchez ha replicado atacando al próximo presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. «Su única gran solución es justamente igual a la anterior», ha cargado.

El líder socialista sigue así construyendo su relato de que el presidente de la Xunta no supone cambio alguno respecto al actual, Pablo Casado, ante el temor creciente de que el perfil más centrado del primero conquiste a buena parte de los votantes más moderados. Y lo vuelve a hacer durante un debate en el que no está presente Feijóo y está previsto para controlar al propio Sánchez, no a la oposición.

Esta nueva evasión de explicaciones del líder socialista se produce, además, después de que toda la oposición uniera fuerzas ayer para intentar forzar a Sánchez a explicar el cambio de postura del Sahara en el Congreso. La iniciativa requería unanimidad y fue abortada in extremis por los socialistas.

Acuerdo con los transportistas

Además de atacar a Feijóo, el jefe del Gobierno se ha parapetado tras una retahíla de justificaciones ante las críticas de Gamarra por los graves problemas que atraviesa el país como consecuencia de la subida de precios. «Hasta el momento, usted no ha hecho nada», le atacó la dirigente popular, exigiéndole que deje a un lado «su soberbia» y «actúe ya, reaccione, toma medidas, porque España está en situación de colapso y usted parece que no se entera». Para Gamarra, el socialista se ha convertido ya en un problema para el país.

En un primer momento, la lista de argumentos esgrimida por Sánchez para hacer frente a estas críticas fue desde la pandemia hasta el volcán pasando porque debe encontrarse una solución común desde la UE. El socialista no incluyó rastro alguno de autocrítica pese a que otros países europeos han sido mucho más rápidos en la adopción de medidas para paliar la subida de los precios de la energía.

A partir de aquí, defiendo la gestión que está haciendo el Gobierno y que Sánchez resumió en «trabajar y hablando con los sectores». A partir de aquí, se mostró convencido de que «vamos a llegar a un acuerdo esta semana» con los transportistas y con «todos los sectores afectados por un alza que no hemos provocado nosotros, sino Putin».

Este acuerdo, señaló servirá para «amortiguar muchas de las consecuencias del alza del precio de la gasolina y el gasoil». En esta línea también destacó el «trabajo« que está haciendo su gabinete con las comunidades autónomas, los agentes sociales y a nivel europeo, pidiendo al PP y al resto de grupos parlamentarios que se sumen al «gran acuerdo» que Moncloa busca para hacer frente a la inflación.

Esta defensa a ultranza de la gestión que el Gobierno está haciendo de la crisis ha servido también un fuerte encontronazo entre Sánchez y los dos socios de investidura con los que tenía hoy cara a cara: Gabriel Rufián (ERC) e Íñigo Errejón (Más País).

La base de la crítica de ambos se ha mimetizado con la de Gamarra, apretando a Sánchez para que adopte ya más medidas contra la inflación. Este martes, tanto Rufián como Errejón advirtieron que la legislatura se encuentra en un punto crítico y pidieron a Sánchez que ponga fin a su deriva totalitaria si no quiere quedarse solo en el Congreso. Pero en lugar de escuchar las advertencias de sus socios, el socialista ha reaccionado este miércoles criticándoles por no valorar lo que está haciendo. «Su discurso es el que precisamente alimenta a la ultraderecha porque no reconoce lo está haciendo este Gobierno progresista«, acusó a Rufián.

Según Sánchez, no se puede atacar al Gobierno por «no haber hecho nada durante todos estos meses» porque ha hecho «mucho» y tampoco se le puede atacar por «dialogar para encontrar el mejor de los planes». «No se puede decir que si dialogamos imponemos, y que si no dialogamos llegamos tarde», replicó, visiblemente molesto.

El socialista destacó que «llevamos meses bajando el 60 por ciento de los impuestos precisamente del precio de la luz para que los consumidores, sobre todo los más vulnerables no se vean tan afectados como otros» lo que, según sus cálculos, se traduce en «1,2 millones de hogares protegidos». También apuntó que «hemos bajado un 80% los peajes a los consumidores electro intensivos en la industria».

Especialmente tenso fue su cara a cara con el republicano, que le criticó por amenazar repetitivamente con la llegada de Vox a las instituciones para luego no resolver los problemas de los ciudadanos. «Hay que topar precios. Hay que controlar públicamente a las eléctricas y sobre todo hay que dejar de hablar de impuestos a los pobres», presionó Rufián. El Sahara también fue motivo de conflicto entre Sánchez y sus socios, con Rufián acusándole de «traición» al pueblo saharui.

Fuente: www.abc.es

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