Los 10 contaminantes que tienes en casa y no lo sabes

2 marzo
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Te habrán enseñado que, por las mañanas, tras una larga noche de dormir profundamente, hay que ventilar todas las estancias de la casa. Abrimos durante un rato las ventanas de las habitaciones, la del salón... incluso la de la cocina. Sin embargo, no siempre es suficiente porque hay muchos contaminantes en el ambiente de nuestro hogar que hacen que no respiremos un aire sano.

Según la naturaleza, podemos hablar de contaminantes biológicos (mohos, bacterias…), químicos (humos, compuestos orgánicos volátiles, semivolátiles…) y físicos (temperatura, humedad, radiaciones artificiales…), y la experta Elisabet Silvestre, doctora en Biología, máster en Biología humana y máster en Bioconstrucción, declara que incluso los productos de uso habitual son los que más contribuyen a mermar la calidad del ambiente interior.

«Nuestras casas pueden estar de 2-5 veces más contaminadas que el aire exterior. Y esta contaminación la llevamos a casa con la elección de cada producto que compramos; con los hábitos que llevamos a cabo, como por ejemplo el mantenimiento del hogar; si se ventila de forma eficiente o no; si se fuma en casa; la combustión de estufas y chimeneas; si se usan mucho los ambientadores...», señala.

Además, hay que tener en cuenta que cuando hablamos de ambiente hay que pensar en la temperatura, en la humedad relativa o las radiaciones, que pueden resultar un factor ambiental que incida en el bienestar y el confort.

Si te sientes cansado, te falta vitalidad y serenidad mental, su libro 'Tu casa sana' es para ti. La autora te acompañará para que hagas un cambio real, consciente y transformador, a través de hábitos positivos para vivir de forma más sana, con menos tóxicos, para activar el potencial autosanador y regenerador del organismo, para llevar un estilo de vida más consciente que te permita vivir plenamente cada instante.

Contamianción en el hogar

Estos son los diez contaminantes del ambiente de tu hogar:

1. Humo tabaco. En los hogares en los que todavía se fuma el humo contribuye a una exposición de sustancias tóxicas para toda la familia, no solo para quien fuma, también como tabaquismo pasivo, especialmente relevante si hay embarazadas o pequeños en casa.

2. Compuestos orgánicos volátiles. Además del humo del tabaco, están en detergentes, limpiadores, desinfectantes, ambientadores, productos de higiene personal, fragancias, pinturas, barnices, colas, moquetas, tapicerías, mobiliario… «Según el compuesto puede ser irritante para las mucosas de ojos y garganta, afectar al sistema respiratorio, inmunológico, neurológico, disrupción endocrina… Optar por productos que sean más amables, que los minimicen o eviten», recalca la experta.

3. CO2. El dióxido de carbono es un buen indicador de la calidad del aire interior. Cuantas más personas haya en el interior, mayor concentración, y se precisa de mayor ventilación. Explica la experta que cuando no se ventila suficiente se carga el ambiente y es cuando se nota más cansancio, menos concentración, y se miden niveles de CO2 más altos en el ambiente.

4. Gases y humos. También son fuente de compuestos volátiles en este caso derivados de la combustión de biomasa o combustibles fósiles, estufas, chimeneas. Destaca el monóxido de carbono que puede causar mareos, náuseas, somnolencia, incluso la muerte.

5. Polvo. En él no solo se encuentran ácaros o pelos, también se encuentran sustancias químicas semivolátiles como plastificantes.

6. Microorganismos. «Mohos, hongos, bacterias o virus, son parte de la contaminación biológica del hogar, dice Elisabet Silvestre, y esto especialmente en las zonas húmedas como cocinas, baños, tendedero de ropa en el interior de la vivienda, o cuando hay humedades no resueltas.

7. Temperatura y humedad relativa. Aunque no son un contaminante en si mismo, si no se mantienen los valores adecuados se asocian con problemas de salud (una temperatura baja con problemas respiratorios, asma, alergias o pobreza energética.), una humedad baja a un ambiente seco y con más estática, y cuando es alta favorece el crecimiento de moho y otros microorganismos en casa.

8. Electroclima. La exposición permanente a radiaciones artificiales como las del cableado eléctricos, lámparas, transformadores, tecnología… pueden ser un factor estresor para el organismo. Elisabet Silvestre indica que apostar por instalaciones biocompatibles, tomas de tierra eficientes, apantallar… son opciones que permiten disponer de sus prestaciones sin la exposición a los campos eléctricos y magnéticos, a dosis bajas, de forma habitual: «Y, de noche, silencio digital. La tecnología hay que dejarla de lado también cerca de la hora de dormir para un descanso más reparador».

9. Radón. Para quienes no lo sepan, se trata de un gas radiactivo natural del terreno y que a través de grietas y fisuras acaba en el interior de los hogares y edificios. Después del tabaquismo es la segunda causa de cáncer de pulmón. «Algunos lugares destacan por su presencia como es la zona de Galicia, y realizar mediciones ayuda a detectarlo», cuenta, así que ventilar ayuda a que no se quede estancado en el interior de casa.

10. Amianto. Todavía quedan muchas casas y edificios con presencia de este material tóxico en tejados, en cañerías, en depósitos… Tal como aconseja Elisabet Silvestre, detectarlo y consultar con especialistas para su retirada, evitando la exposición al ambiente, es la clave.

Fuente: www.abc.es

2 marzo
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